Vidente First Dates, Lu Vargas se desnuda en una revista

First Dates es un programa que ha conquistado el prime time de las noches de cuatro. Se trata de un formato importado de los países anglosajones en el cual dos personas que a priori y según expertos tienen mucho en común tienen una cita por primera vez. Es difícil tener una primera cita con alguien al que no conoces, pero todavía resulta más violento si además estás en un plató de televisión, con aspecto de restaurante y tienes a Carlos Sovera como anfitrión. La fama de este formato que acaba de cumplir su primer año lleno de éxitos reside en gran parte de buscar parejas imposibles y de intentar encontrar en el casting previo a aquellas personas más extrañas. La audiencia reclama originalidad, un poco de humor y en menor medida el amor que supuestamente tiene que aparecer a simple vista. Este flechazo que se produce cuando se ven por primera vez, todos esperamos que exista y que realmente la persona adecuada sea aquella que el universo a puesto frente a nosotros. First Dates sabe de sobra que los psicólogos que existen detrás de los flechazos y de los mojitos de Matías se esconden personas que ansían ser famosas. Aunque solo fuesen reconocidos en el Mercadona de su zona, se empeñan en asistir y verse reflejados en su éxito o fracaso en busca de un protagonismo que en sus casas no tienen.

En uno de los programas para proporcionar a la audiencia un poco más de morbo se decidió traer a una de las videntes más conocidas del momento Lu Vargas una experta tarotista que tenía como misión predecir el futuro de unos recién conocidos concursantes.

Para seguir con el circo, dos personas que se acaban de ver por primera vez, frente a una vidente con la cual no creen. La tensión estaba servida.

Lu Vargas tarotista

La Lu Vargas que asistió al programa lo hizo en busca de la misma atención que tienen el resto de concursantes. El programa representa una puerta abierta a un mundo de posibilidades que pocos quieren desaprovechar. Así que con las cartas en la mano y un poco de suerte, Lu Predijo que la pareja estaría junta. No es que fuera una decisión transcendente, de hecho, tenía un 50% de posibilidades de acertar, podía ser que sí o que no. Además con dos ojos abiertos y un poco de sentido común se podía ver que las dos personas que tenía delante tenían un cierto feeling. Hay personas que a simple vista ya conocen las posibilidades de su relación, físicamente no son lo que esperaban o hay pequeños detalles que les hacen repelerse. No hace falta ser vidente para poder ver más allá de un par de ojos, pero Lu no iba a descubrir nada nuevo, se promocionaría a sí misma, como siempre ha deseado hacer. Llenar la cartera con unos nuevos billetes es su principal motivo de asistencia al programa de Carlos Sovera.

Poderes sobrenaturales

Lu Vargas afirma en su página web que tiene unos poderes sobrenaturales que le provienen de su bisabuela. Esta estirpe de personas con un don arranca de Juana de Dios una conocida curandera de la zona que se dedicó toda su vida a ofrecer sus servicios a aquellas personas que los necesitaban. No era nada extraordinario, más bien, un conocimiento total de las hierbas con que trabajaba y unas grandes dotes como comunicadora. Decían que también era médium y que a principios del siglo XX en Granada descubrió que podía ver a los muertos para ayudar a los vivos. Los médium tienen esa capacidad secreta que difícilmente puede ser comprobada por la ciencia más absoluta.  Criada en Barcelona, Vargas afirma que desde adolescente conocía perfectamente que los poderes de su abuela habían pasado directamente a sus manos. Lo descubrió a raíz de una desgracia familiar, su hermano se suicidó con treinta y tres años y gracias a su don podía seguir hablando con él.  Lu es, por lo tanto, médium y tarotista posee ambos poderes y tiene como misión compartirlos con el mundo. Así, empezaba una carrera que le llevaría a tener su propio gabinete en Barcelona y tener una serie de clientes fijos que apoyaban sus predicciones.

Crítica a los pseudocientíficos

Vargas se muestra dispuesta a criticar a todas aquellas personas que están en el mundo de lo esotérico sin tener ningún conocimiento o don. La verdad es que resulta tremendamente sincera a la hora de expresarte, no puede una persona sin ninguna capacidad engañar a los demás. Ella recibió su don para decir la verdad de lo contrario hubiera pasado a la siguiente generación de su familia. Además, ve en algunas personas intrusismo profesional que se aprovechan de su nombre o fama para empezar a practicar en este mundo, con la solo y única intención de hacerse ricos con pocos esfuerzos. Su carrera le ha costado mucho, ha tenido que inverir horas y dinero para lograr mantener su consulta y gabinete. No en vano, es una de las más conocidas de este país, a la sombra de muchos otros se ha logrado labrar un futuro esperanzados.

Vargas al desnudo

La visita a First Dates no fue suficiente para Vargas que decidió seguir aumentando sus ganancias. En su bola de cristal debía aparecer la forma más directa para ascender las cuentas corrientes o darse a conocer, en este caso en el sector masculino. Tal vez, las personas que visitan su consulta lo hacían por sus poderes y no por sus dones. En tal caso, decidió mostrar un poco más y protagonizó una muy criticada portada de Interviu. No es que fuera desagradable, pero no nos imaginamos a una vidente serie y responsable recurriendo a esta estrategia publicitaria. Los poderes y dones, deben permanecer ocultos y solo responder a las preguntas de sus usuarios.

Lu Vargas es ahora mucho más conocida pero no por los motivos correctos. Si su intención era ocupar una posición destacable en algún taller de la zona, lo habrá conseguido, ganar fama como tarotista es otro tema distinto.

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