Origen del Tarot: Desarrollo y Evolución de las cartas

Determinar específicamente el origen del tarot podría resultarnos algo confuso, pues hemos encontrado mucho material a lo largo de los años que nos remonta hasta épocas lejanas con los egipcios y nos sitúan de manera más concreta en la Edad Media. Sea cual sea su origen, no es difícil imaginar que este sea tan antiguo como el hombre.

Origen del Tarot en la humanidad

Desde los inicios de la humanidad, el hombre siempre se ha cuestionado los motivos de su existencia y al mismo tiempo ha buscado mantener muy cercano su pasado, mientras se aventura en lo desconocido queriendo descifrar su futuro, para así poder estar preparado ante lo incógnito. En tiempos lejanos, el hombre se conectó directamente con la naturaleza y con el cosmos, evidencia de esto son los grandes avances astrológicos que poseían los egipcios y los mayas; civilizaciones muy desarrolladas, que podríamos decir, están basadas en gran parte en el estudio de las estrellas.

Estudios como el de Court de Gebelin en el Volumen I de su obra “Le Monde primitif”, la cual consta de VIII volúmenes sobre el tarot, y fue publicada en 1781, en el que hace referencia al “Libro de Thoth”. Este es considerado como “El Mercurio egipcio”, uno de los primeros reyes, al cual se le atribuye la creación de la palabra y de los jeroglíficos y es representado como un hibrido de cuerpo humano y cabeza de Ibis. Este libro cuenta con setenta y ocho (78) láminas de oro y expone la existencia de veintidós arcanos mayores donde se pueden reconocer las cartas del tarot entre una serie de jeroglíficos y representaciones mitológicas pertenecientes a la milenaria cultura egipcia, la cual basaba su estudio en el entendimiento del alma. Cabe destacar que este libro fue parte valiosa de los tesoros salvados del incendio que destruyó los templos; dejando a nuestra imaginación la existencia de cualquier otro material valioso que pudo existir y se perdió durante el mismo.

Origen del Tarot por los egipcios

También, como dato  muy curioso, dentro de los actuales misterios egipcios, encontramos una leyenda que retrata la existencia de una mítica caja con setenta y dos (72) planchas metálicas de diseño muy delgado, las cuales datan de las épocas de los faraones y se disponían en un orden específico para determinar el futuro, permitiendo una interpretación y lectura del mismo, mientras al mismo tiempo podía utilizarse para entender misterios del universo. Se cree que esta caja se encuentra guardada en una gran biblioteca bajo los vestigios de la Gran Esfinge, pues estudios en la misma han evidenciado la existencia de múltiples cámaras secretas que se conectan entre ellas y esconden grandes misterios y tesoros; sin embargo, las autoridades pertenecientes del gobierno egipcio no han autorizado la exploración de las mismas. Convirtiéndolo en una leyenda muy intrigante.

Por otro lado, con evidencias más certeras, para el año 1120 se encontraron unas cartas chinas hechas de Marfil y creadas con la intención de predecir el futuro. Esto se ha ligado ampliamente con los orígenes del juego de ajedrez y, al mismo tiempo con una baraja de naipes adivinatorios perteneciente a los secretos y bellezas del Antiguo Oriente, en India específicamente. Es por esto que el origen de las cartas del tarot se ha relacionado ampliamente con muchos otros juegos, como el ya mencionado ajedrez o los naipes, donde también podemos incluir al domino y los juegos con dados.

A pesar de todo esto, aun no se sabe si las cartas del tarot fueron concebidas como un solo mazo de cartas o al pasar del tiempo se fueron agregando otras cartas. De por sí, el juego de cartas del tarot más antiguo data del siglo XIV. Para ese entonces las cartas eran confeccionadas a mano, lo que las hacia carísimas y solo asequibles para los más ricos y poderosos y, al mismo tiempo para los estudiados en la materia, pues su entendimiento podía resultar complejo. Más adelante, en el siglo XV se encuentra un libro del obispo Lope Barrientos en el que habla de estas cartas, siendo utilizadas por siglos como elemento fundamental en el arte de la adivinación, valiéndose como uso exclusivo de entretenimiento de la corte francesa e italiana.

Posteriormente, en el siglo XIX, se produce en Francia una baraja del tarot a modo de juego de naipes, las cuales se mantienen a la actualidad como una reliquia, pues a pesar del éxito que alcanzo en su momento, hoy en día son muy difíciles de utilizar.

Con todo esto, para la misma época, Oswal Wirth, un estudioso en el área, determino que el tarot conocido en la actualidad surgió en la Edad Media como resultado de la mezcla de conceptos filosóficos y una serie de simbología pertenecientes a los naibis, la cábala, la numerología y la simbología astrológica.

Ahora, la baraja clásica del tarot que todos conocemos data de principios del siglo XX, esta baraja recibe el nombre de “Tarot Rider” la cual fue desarrollada e impresa por Pamela Colman Smith.

Desarrollo y Evolución de las cartas del Tarot

A lo largo de la historia se han desarrollado una cantidad tremenda de barajas del tarot, dando paso una gran gama de cartas y permitiéndonos categorizar los tipos del tarot según su proveniencia o creador. Entre estos podemos encontrar:

• Tarot de Marsella: año 1700.
• Tarot Visconti-Sforza.
• Tarot de Carlos VI.
• Tarot siciliano: entre año 1730 y 1740. 78 cartas de nombres distintos.
• Tarot de Minchiate: Siglo XV y representa a caballos y no a centauros.
• Tarot de Court de Gébelin: creado por masones en el siglo XVII.
• Tarot de Mantegna o cartas de Baldini: mediados del siglo XVII.
• Tarot de Etteilla: baraja de estilo egipcio en el año 1785.
• Tarot de Oswald Wirth: realiza una interpretación simbólica de cada carta y las publica en el año 1889.
• Tarot de Papus o Tarot de los Bohemios: en el año 1889.
• Tarot céltico: guarda gran relación con el calendario céltico.
• Tarot de Waite: en el siglo XVIII.
• Tarot de Falconnier: publicado en el año 1976.
• Taror Rider: principios del siglo XX.

Con esto podemos evidenciar como el desarrollo del tarot ha estado presente desde épocas remotas, siendo una herramienta amiga de aquellos videntes que se han dado la labor de indagar sobre los misterios del futuro mediante la lectura de las cartas, valiéndose de estas y su antiguo significado e interpretaciones para desvelar el mañana.