Animales espirituales. El animal juega un papel en la espiritualidad 🔴

Animales espirituales son nuestros animales que están en nuestra vida cotidiana e influyen en nuestra espiritualidad Antes de que el hombre fuera hombre 👏 ya dependía de los animales para aprender a sobrevivir y desde hace milenios se ha acompañado de animales domésticos con los que ha compartido su vida. Antiguamente se creía que los animales domésticos atraían de alguna forma la buena suerte e incluso se les ha considerado amuletos. El término mascota procede del francés “mascotte” que se literalmente significa amuleto o talismán. Recibe este nombre por sus cualidades para ayudar a superar momentos difíciles y porque se les consideraba protectores contra las malas energías.

Los consideremos talismanes o no, la verdad es que los animales espirituales tienen una capacidad única para hacernos sentir tranquilos y canalizar energía positiva, su amor incondicional y la autenticidad de sus acciones son bálsamos reparadores para las personas que vivimos atadas a las convecciones sociales y a las creencias que nuestro entorno nos ha inculcado. Los animales, incluso los que viven en libertad, tienen muchísimo que enseñarnos, son unos verdaderos maestros espirituales de los que recogimos nuestra organización social y métodos de vida.

Los animales dan lecciones de todo tipo, multitud de culturas se percataron de ello y pasaron a venerarlos o humanizarlos, adaptando las características de sus dioses a las cualidades animales más veneradas. Las tradiciones naturalistas suelen ser especialmente conscientes de la superioridad física de los animales, admirando a los más grandes y fuertes, pero especialmente a aquellos que destacan por alguna otra cualidad como la organización social en el caso de los lobos o la inteligencia en el caso de los tirgres.

A continuación, os ofrecemos un pequeño resumen de todas las enseñanzas espirituales que podemos obtener de nuestras mascotas y también de todo aquello que se ha valorado de los animales en diferentes culturas a lo largo de los siglos.

La espiritualidad de nuestras mascotas.

Los animales de compañía resultan altamente enriquecedores por su misma esencia, son animales cariñosos en mayor o menor medida pero todos ellos establecen un vínculo con su dueño. Incluso los reptiles, esos seres tan fríos e inexpresivos demuestran afecto a las personas que los cuidan con dedicación. Una de las mejores cualidades de cualquier mascota es que no conoce el rencor, que por mucho que te enfades con ella y la reproches ella nunca te devolverá el agravio. Todo lo contrario, cuando saben que han hecho algo mal tienden a mostrarse retraídas y huidizas, se responsabilizan de lo que han hecho, aceptan tu regañina y después solo desean que te tranquilices para que vuelvas a demostrarles el cariño y afecto que siempre les has dado.

Animales espirituales mascotas

En lugar de guardarte rencor, se centrara en que la perdones y en mostrarse adorable y tratará de hacerte ver que en el fondo no puedes enfadarte con ella. Son muy inteligentes y desde luego, extremadamente perseverantes, no se rinden con facilidad y no se amedrentan ante los obstáculos. Si tu mascota añora tu atención no dejará de recordarte que está ahí y que quiere que le hagas caso. Aunque la apartes o la regañes, puede que si es obediente se quede apartada mirándote hasta que no puedas resistirte.

Cualquier animal, por su propia naturaleza canaliza la energía que percibe y la multiplica, son más sensibles que nosotros a todo tipo de vibraciones pero especialmente hacia las positivas. Las mascotas redirigen las malas energías y atraen las positivas con su simple presencia y muestras de afecto.

Hay estudios que demuestran que quienes tienen una mascota se recuperan más rápido de diferentes enfermedades, especialmente de las psíquicas pero también de muchas físicas. De hecho cada vez son más habituales las terapias con animales que con su simple presencia consiguen calmar y tranquilizar a personas con las más diversas afecciones. Las más conocidas son las terapias para personas con algún tipo de discapacidad mental (autismo, síndrome de down…), pues curiosamente con los animales llegan a interactuar de un modo más claro y fluido que con muchas personas. Una muestra más de la trascendencia de la espiritualidad de los animales.

Además, las mascotas son las mejores maestras para entender el amor como un sentimiento puro e incondicional y desarrollar la paciencia y la tolerancia para con otras actitudes o comportamientos. Cuidar de una mascota es una lección de responsabilidad, paciencia y asertividad, que nos muestra la forma correcta de amar pero también de ser amados.

La espiritualidad del mundo animal. Lecciones y enseñanzas

Diversas culturas, repartidas por todo el globo terrestre, han venerado a los animales de su entorno. Aunque en algunas ocasiones este respeto haya surgido por el temor a los grandes depredadores, la mayoría de acervos culturales incluyen algunas especies que son sagradas o dignas de algún tipo de culto. Lo habitual es que en este tipo de tradiciones los atributos que se atribuyen a algunos dioses o criaturas mitológicas procedan de las del animal en el que se basan.

Los animales nos muestran el mundo desde una perspectiva libre de sentimientos como el ego o el rencor, nos acercan a nuestras emociones más puras con humildad y nos señalan el camino hacia el desarrollo espiritual y personal de un modo natural.

No debemos olvidar que los seres humanos somos animales, más evolucionados intelectualmente en muchos sentidos lo que nos lleva a buscar un sentido a todo lo que nos sucede.

Las antiguas civilizaciones constituyeron sus creencias religiosas y éticas en base a los principios que observaban en la naturaleza, en los animales y fenómenos naturales. Así, muchos animales se convirtieron en criaturas sagradas que merecían adoración y respeto que todavía hoy siguen vigentes en muchos lugares.

En la India toda vida tiene valor y algunos animales son sagrados, como la cobra que se relaciona con el dios Shiva, el elefante que representa a la diosa Ganesha, la vaca sagrada o los monos. En la tradición india la unión entre la religión, la mitología y la sacralidad animal es muy fuerte.

En la cultura china se considera que los 12 animales del horóscopo (el cerdo, rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro)  la fueron los únicos que acompañaron a Buda y fueron dotados del poder para dirigir cada año.

En los próximos post nos explayaremos sobre la espiritualidad de los animales y sus connotaciones en diferentes culturas y religiones a lo largo de la historia. ¡No os lo perdáis!

1.   Los animales espirituales tienen espíritu y son seres con alma según la biblia

¿Tienen alma los animales? ¿Van al cielo cuando mueren? Son preguntas que se han hecho los católicos desde hace siglos. La respuesta ha sido bastante polémica y todavía hoy no se ha llegado a un acuerdo global sobre este tema. Hay quien afirma que los animales son seres inferiores al hombre que no sienten las mismas emociones que nosotros y que por tanto no tienen alma. Otros consideran que los animales e incluso los vegetales tienen alma, pero que ésta desaparece cuando mueren pues no es un alma inteligente y autónoma, sino que siempre necesitan de un cuerpo para poder sobrevivir.

espíritu de los animales

Lo cierto que es la propia Biblia utiliza la palabra “alma” para referirse indistintamente a los seres humanos y a los animales. A menudo alma es sinónimo de “vida” o “ser viviente”.

Pongamos un ejemplo recogido directamente de la Biblia (Eclesiastes 3:18-22): “porque lo que sucede a los hijos de los hombres y lo que le sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren unos así mueren los otros,  una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia, porque todo es vanidad… ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?”.

Según este pasaje, animales y seres humanos comparten un mismo aliento, una misma respiración y por tanto una misma forma de vivir y morir, lo cual incluye la posesión de un alma o espíritu que abandona el cuerpo y se traslada a otro lugar después de la muerte. La distinción final que hace sobre hacia donde va cada una suele interpretarse como que el alma de los seres humanos si se diferencia en algo de la de los animales: al ser creados a imagen y semejanza de Dios el alma de los hombres vuelve junto a su creador, mientras que el alma de los animales permanece en la tierra.

La biblia literalmente estudiada si que señala de algún modo que los animales tienen alma, aunque haya diferentes corrientes de religiosa y de pensamiento con doctrinas y creencias particulares, que han elegido otras formas de entender las palabras del texto bíblico. La manipulación de la información sagrada puede llegar a distorsionar considerablemente los conceptos e ideas originales de este texto, en los que queda claramente recogida la asociación directa entre alma y vida. Los animales forman indispensable de la cadena de la vida.

El génesis también señala que el ser humano y los animales son almas vivientes pues dice lo siguiente: “y dijo Dios, produzca la tierra alma viviente según su naturaleza, bestias, serpientes y animales de la tierra según su naturaleza y fue así”.

En otro párrafo del Génesis se recoge de igual modo este hecho: “y a toda bestia salvaje de la tierra y a toda criatura voladora de los cielos y a todo lo que se mueve sobre la tierra en que hay vida, como alma he dado a toda la vegetación verde para ser alimento

Las historias bíblicas también demuestran esta teoría, ya que en varias de ellas se sacrifica un animal como ofrenda a Dios, si el animal no tuviera un alma pura que ofrecer a Dios el sacrificio no tendría sentido, simplemente se estaría destruyendo su creación.  Lo mismo puede decirse de los sacrificios de animales que llevan siglos realizando los adoradores del diablo, pues las almas de los animales son un sucedáneo para el demonio de las almas de los seres humanos pero son almas al fin y al cabo,

Alejándonos un poco de la literalidad bíblica, si hacemos caso de nuestra razón y empatía también podremos apreciar como los animales sienten, sufren y aman. Quien ha tenido un perro fiel sabe que nadie se emociona como ellos cuando llegamos a casa, nos organizan una fiesta cada vez que entramos por la puerta sólo porque nos echan de menos y están felices de vernos. Hay perros que han salvado a personas, arriesgándose ellos mismos por la adoración que profesan a su dueño. ¿Con que derecho juzgamos que animales así no tienen alma? Mientras tantos seres humanos cometen actos deleznables sólo por diversión o por beneficio particular. Muchos son maltratados por “animales” mucho más salvajes que ellos.

Es fácil pensar que nuestras mascotas tienen alma, las conocemos, las hemos visto crecer y reaccionar de infinitas formas, demostrando miedo, alegría, emoción, nerviosismo, apatía… Hemos de asumir que los demás animales, sean tan expresivos o no, tienen los mismos sentimientos y la misma capacidad de sufrimiento, tienen un espíritu que les da vida y los convierte en seres espirituales, como lo somos los humanos. No se merecen ser tratados con crueldad o brutalidad y todos deberíamos tomar conciencia sobre la dramática situación que viven muchos de ellos simplemente para satisfacer necesidades infundadas que nos hemos creado (cada año mueren más de 400 millones de animales por experimentos farmacéuticos y cosméticos).

La biblia y nuestras propias percepciones demuestran que los animales sienten, que tienen espiritu y son almas vivientes que si bien se diferencian de nosotros en la capacidad de razonamiento que tenemos cada especie, son capaces de amar de un modo mucho más incondicional que la mayoría de las personas. Precisamente por esa falta de razonamiento los actos de los animales serán siempre más puros, bienintencionados y coherentes que el de muchas personas. Los animales no conocen el rencor, el odio, la ira o el sentimiento de venganza, si atacan a alguien o algo es siempre por una razón: sobrevivir. No pueden actuar movidos por la maldad porque no entra dentro de sus facultades cognitivas, si atacan será por miedo o la necesidad de alimentarse o protegerse. En cambio conocen el amor, la fidelidad y la lealtad de un modo como ya he dicho muy superior al de los seres humanos.

Si la propia biblia los reconoce como seres con alma y espíritu ¿por qué el hombre se empeña en arrebatársela? Muy sencillo: porque para los intereses inherentes al hombre siempre ha estado presente el utilizar a los animales a su antojo y cuanto mayor sea la diferenciación conceptual que establecemos entre ambos más fácil resulta aprovecharnos de ellos.

2.   Animales sagrados de los aborígenes norteamericanos

Los aborígenes americanos constituyen una de las culturas que más conectada ha estado con la naturaleza y la que mejor y más coherentemente ha adaptado esa conexión a su modo de vida. Los indios norteamericanos, como se les ha conocido popularmente, tenían la firme creencia de que cada elemento de la naturaleza tenía un espíritu individual, que ellos representaban en diferentes mitos y leyendas con los animales como protagonistas.

Animales de los aborígenes norteamericanos

Estas poblaciones tenían una comprensión global y única de la dependencia que tenían de la propia naturaleza y de la importancia de los animales en su propia supervivencia. Ello llevó a que los admiraran y veneraran de diferentes formas. Este aspecto resulta especialmente enriquecedor porque las poblaciones más primitivas, si bien siempre han respetado y basado sus creencias en los animales, no lo han hecho tanto por la admiración como por el miedo. Es lo que diferencia a los aborígenes americanos de otras poblaciones de forma de vida neolítica que han perdurado en regiones de África, Asia y Sudamérica.

Su forma de vida, sus costumbres y tradiciones son un claro ejemplo de ello. En muchas de estas tribus el vínculo es tan fuerte que por cada vida animal que se arrebata para servir como alimento o obtener prendas de abrigo se de las gracias y se realice un ritual para ello.

Pero no sólo los animales son seres espirituales y venerados por los indios, los árboles, las plantas, el viento, la tierra, el cielo, el agua… también tienen su propio espíritu, están espiritualmente vivos y en muchos casos forman una cadena perfecta en la que permanecen vivos los espíritus de sus antepasados. Para los aborígenes norteamericanos, todo aquello que fue creado por un espíritu superior tiene su propio espíritu. Todas las cosas, animadas en inanimadas que existen en la naturaleza han sido dotadas de un espíritu y por ello son sagradas y deben respetarse y valorarse. No se ven a sí mismos como seres superiores por su capacidad de intelecto frente a animales u elementos inanimados sino que establecen un fuerte vínculo entre ellos tanto vital como espiritual, que entienden como formar parte de un todo.

La cultura de los indios norteamericanos es especialmente sensible con los animales porque son los seres más similares a ellos, de los que podían aprender con respeto y admiración. De ellos aprendieron: a camuflarse, a ser sigilosos, a moverse con astucia y rapidez, a cazar y adaptarse al entorno, a saber que plantas podían comer y que plantas no… Su legado cultural tiene su base en la misma naturaleza y esencia de los animales que la componen. Esta adoración queda bien reflejada en la creencia de que cada persona tiene un animal tótem y un animal de poder, que simbolizan sus mejores cualidades en comparación con los comportamientos y valores que representa cada animal. Según un antiguo proverbio sinoux: “para triunfar el hombre debe gobernarse no por sus propias inclinaciones, sino por la comprensión del comportamiento animal.

Los aborígenes norteamericanos se diferencian de otras poblaciones en que no consideraban dioses a los animales, establecían un vínculo sagrado con ellos, se identifican con ellos, los consideran el medio de comunicación con el espíritu creador y el conocimiento, se sitúan bajo su protección y los ven como hermanos y hermanas, pero no por ello son sus divinidades.

Esta tradición es tremendamente ritualista, sus leyendas, ceremonias y ritos tienen la finalidad de establecer un parentesco entre los animales, las plantas, la tierra y el hombre así como para afianzar el vínculo entre todos ellos y también con el mundo de los espíritus.

Los animales ancestrales en las leyendas de los indios norteamericanos

En muchas leyendas se cuenta que los animales son tan antiguos como la propia Tierra y que ayudaron de alguna forma en la creación de la raza humana. Los animales son considerados hermanos mayores y maestros de los seres humanos, que nos enseñan a vivir en armonía con la naturaleza.

Los aborígenes norteamericanos distinguen entre los animales espirituales ancestrales y los animales actuales, siendo los ancestrales los que se relacionan con la creación  de los seres humanos. Según estas leyendas, los animales del mundo antiguo tenían la capacidad de transformarse en seres humanos y retornar nuevamente a su estado animal, facultad que perdieron tras la era de la creación.

En algunas tribus se considera que en el principio de toda existencia, eran los animales los que tenían la sabiduría y se comunicaba con el creador. Cuando los humanos fueron creados los animales mantuvieron ese poder de comunicación con el creador que se dirige a los seres humanos a través de los animales y los elementos de la naturaleza que también son venerados por las poblaciones de indios americanos.

Animales sagrados de los indios norteamericanos.

A continuación detallamos los animales sagrados más venerados por las culturas nativas norteamericanas:

  • El bisonte: un animal que en la actualidad ha sido poco a poco desplazado y casi diezmado con el proceso de colonización, ahora solo habita en reservas naturales. El bisonte representa la entrega incondicional. Los nativos supieron comprender el valor de las enseñanzas de la forma de vida de este animal, que aunque lleva una vida nómada, es tremendamente social y en las manadas constituyen una unidad grupal basada en la cooperación y la solidaridad de todos sus miembros.
  • El lobo: aunque ha despertado el rencor de muchos pueblos, los indios norteamericanos han admirado a este animal por su inteligencia, fuerza y resistencia, así como por su capacidad de organización social y sus niveles de cooperación. Los lobos adoptan a los cachorros huérfano, entienden que el bien común es más importante que el bien individual y actúan en consecuencia. Establecen una marcada jerarquía social en la que el líder siempre debe buscar satisfacer las necesidades vitales del colectivo con equidad.
  • El coyote: su aspecto es similar a la unión de un zorro y un lobo, para los nativos norteamericanos recogía las virtudes de ambos: la astucia del zorro y la colaboración y fuerza del lobo. Son también animales sociales que se ayudan unos a otros en la caza y establecen fuertes lazos entre ellos, especialmente duraderos entre el macho y la hembra.
  • El águila: representa el conocimiento y la búsqueda constante que debe realizar el hombre para crecer espiritualmente y alcanzar la sabiduría animal. Es el animal que más comúnmente se relaciona con la comunicación entre el espíritu creador y los seres humanos. Una mensajera que sirve a menudo en las prácticas de adivinación y precognición.

3.   Animales usados en magia negra y La brujería una triste realidad

Es una cruda realidad que cada vez son más los animales y personas que son sacrificados por seguidores del satanismo o practicantes de magia negra, santería, vudú y brujería.

Desde hace milenios el ser humano se ha servido de los animales para unos fines u otros, ignorando a menudo su sufrimiento simplemente por obtener una carne más jugosa o un elemento valioso pero resulta preocupante que ahora se estén incrementando los sacrificios de animales para ritos esotéricos de magia negra y satanismo. Ritos en los que se tortura y/o asesina a los sacrificados o a los que tienen que cazarse para conseguir los elementos necesarios.

Lamentablemente, esta situación no se encuentra regulada en España, en nuestro Código Penal los sacrificios o mutilaciones de animales están tipificados simplemente como “maltrato animal” y tienen penas muy laxas para estos delitos.

La magia negra es el compendio de recursos que se emplean para conseguir que otras personas o la propia naturaleza se rijan según la voluntad del que la utiliza. Esta magia puede utilizarse para el beneficio personal planteado de forma egoísta, aunque se asocia normalmente con la intención de perjudicar a los demás o al mundo en su totalidad. Hasta el siglo XIII no se estableció la diferenciación entre religión, ciencia y magia. Sin embargo, siempre ha existido una clara diferenciación entre la magia blanca (o benévola) y la magia negra (malvada).

En Latinoamérica y África es donde más extendidos están actualmente los ritos, religiones, tradiciones y sectas que incluyen este tipo de prácticas. Lo preocupante es que en muchos países, donde hasta entonces no se habían extendido apenas las ceremonias con sacrificios de animales, ha cobrado gran popularidad la magia negra o el satanismo. Puede que debido a la crisis metafísica y religiosa que están atravesando la mayoría de culturas del globo. El pesimismo, el progreso y el miedo de los últimos años han llevado al abandono de los antiguos dogmas y muchas religiones han generado un sentimiento de desengaño e incredulidad en los antiguos adeptos y en las nuevas generaciones.

El macabro mercado de la magia negra africana está aproximando a algunas especies de animales a la extinción

Actualmente los elementos que más solicitados están son las garras de buitre, la bilis de oso, los dientes de león, el cuerno de rinoceronte y los genitales de hombres. Los órganos de niños pequeños son los más comerciados, a menudo con la aprobación de su familia (movida por la incapacidad de mantenerlos y su propia pobreza).

Una de las características principales de la magia negra es que sus rituales suelen incluir el sacrificio de una vida, ya sea humana o animal. Aunque tradicionalmente lo más común es utilizar animales pero en algunas tradiciones y sectas se utilizan miembros humanos. Un ejemplo es el caso de Sudáfrica, donde hay chamanes que demandan partes de niños.

Aunque el mercado negro de órganos humanos está en auge en muchos países, especialmente en poblaciones de África, América Latina o la India, los animales son los que más han sufrido por en rituales. Destaca el caso de los rinocerontes, que en los últimos años se cazan de forma indiscriminada, pues para arrebatarles el cuerno a animales tan colosales se hace necesario matarlos o al menos dejarlos malheridos e inmovilizados. Lo mismo sucede cuando les arrancan las garras a los leones  o los colmillos a un elefante, y estos grandes mamíferos son sólo los más conocidos, la punta de un gran iceberg.

Un ejemplo claro es el Gorila de Cross, una especie cuya población se ha reducido a un total de 250 individuos debido al incremento de rituales de magia negra que incluyen sus órganos. Se trata de una especie cuya conservación no se ha regulado, que se encuentra desprotegida y está siendo mermada de un modo exponencial.

En nuestro país, así como en muchos otros es habitual encontrar evidencias de rituales satánicos o de magia negra en los que se han empleado animales domésticos o del entorno rural. En España se sacrifican con cierta habitualidad gatos, gallos, corderos y otros animales domesticados o comestibles. En el caso de las sectas satánicas es frecuente el asesinato de conejos, palomas y gallinas para emplear su sangre a lo largo de la ceremonia.

Las aves constituyen otra de las especies cuya masacre se ha incrementado hasta llegar a masificarse en algunos puntos para satisfacer las recetas de los rituales santánicos, santería, vudú y brujería. En la India, más de 14 especies de búhos son explotadas ampliamente en los ritos de magia negra, de los que se utilizan desde las garras hasta los cráneos en diferentes hechizos y rituales, especialmente durante el Diwali (el año nuevo hindú). En la santería y otros son especialmente habituales los sacrificios de gallos y pollos, facilitada por la cría masiva de dichos animales.

Por desgracia, la crisis económica mundial ha servido como el caldo de cultivo perfecto para la expansión de estos grupos, atrayendo a las personas más inseguras y vulnerables. En muchos de estos macabros rituales los animales son sacrificados para beber su sangre después o como ya hemos comentado, para utilizar determinados órganos o miembros de sus cuerpos.

Un dato curioso sobre los ritos y ceremonias de sangre es que no siempre han estado asociados con el demonio, en la antigüedad era habitual practicarlos para pedir algo a los dioses e incluso la biblia cristiana recoge ejemplos de situaciones en las que se hace necesario ofrecerle a Dios la vida de algún animal como muestra de devoción. Un claro ejemplo bíblico es el pasaje de Caín y Abel. A pesar de ello, cuando pensamos en un ritual de magia negra o que incluye un sacrificio de sangre, son los pueblos aborígenes latinoaméricanos y africanos los que más se relacionan con estas tétricas ceremonias. Presumiblemente por el choque cultural que supuso para la población occidental civilizada que ya proclama los derechos humanos y empezaba a visualizar los de los animales.

Una triste realidad que no parece dejar de crecer, y su efectividad muchas veces se basa en el sufrimiento que genera en sus víctimas y la violencia utilizada. Estas poblaciones consideran que la agonía produce grandes cantidades de energía que sirven como sustento para los demonios.

 

4.   Poder ancestral del género animal

Los animales son seres espirituales, considerados criaturas ancestrales y relacionadas directamente con los dioses en diferentes culturas. Para los aborígenes americanos existen los animales sagrados, los animales ancestrales y los animales de poder. En la mitología de la Grecia Clásica y el Imperio Romano abundan las historias en las que los animales interactúan con los dioses y con los humanos. La astrología china basa su horóscopo en las cualidades inherentes a diferentes animales, incluso el zodiaco occidental establece determinados animales que se identifican con cada uno de ellos.

Resulta curioso pensar que incluso en la Biblia cristiana los animales fueron creados con anterioridad al ser humano, son seres ancestrales que según la cultura de la que estemos hablando se entenderán como seres superiores o inferiores a los seres humanos. El egocentrismo occidental suele tender a olvidar la importancia de los demás seres vivos mientras que las corrientes filosóficas orientales o naturalistas suelen comprender mejor el papel fundamental que juegan los animales en nuestra propia supervivencia.

Los animales establecen fuertes lazos con sus cuidadores, conectando con ellos de un modo profundo e incondicional. Son seres más auténticos, muchísimo más fieles a sí mismos y que se guían únicamente por su instinto y los lazos que establecen con sus seres queridos. No tienen que seguir reglas sociales y no entienden el concepto de fingir o engañar. Son sinceros y mantienen su esencia en todo momento de su vida. Por este motivo son unos grandes equilibradores espirituales que canalizan la energía de las personas, liberando el estrés y la negatividad, ejerciendo como purificadores espirituales.

Hay estudios que demuestran que los animales son grandes terapeutas, ayudan a serenar a aquellos que están pasando un periodo de depresión, sufren una enfermedad física o mental, e incluso aquellos que están recuperándose de una operación. Las mascotas y sus dueños establecen una fuerte relación, un vínculo beneficioso y armonioso en el que ambos son generosamente recompensados. ¿Cómo no va a tener alma un ser que nos impulsa a ser mejores personas? ¿Un animal capaz de despertar sentimientos de amor tan grandes?

No sólo las mascotas pueden transmitirnos esa espiritualidad, los animales salvajes también tienen cualidades que debemos valorar. Todos los animales son criaturas sabias de las que tenemos mucho que aprender. En presencia de ellos deberíamos aprender el valor de la humildad, alejarnos del egoísmo y aprender a redirigir nuestra energía del mismo modo en que hacen ellos.

Aunque cada cultura recoge una serie de cualidades asociadas a cada animal, que pueden variar en cada una de ellas. En, casi todas las tradiciones el descubrimiento de los animales espirituales  interiores o espiritual de cada uno está ligado a la meditación y a la aproximación a la naturaleza. Cuanto más expandas tu conexión con el mundo natural y la energía de la naturaleza más fácil te resultará conectar con tu animal espiritual. La naturaleza y los animales tienen muchísimo que enseñar, su espíritu está estrechamente ligado a la propia naturaleza, de su comportamiento se obtienen las grandes lecciones de la vida.

Cuando te encuentres en un entorno natural en el que puedas practicar la meditación es importante que también dediques un tiempo a concentrarte en todo lo que te rodea, trata de ser consciente de cada pequeño detalle y de todo aquello que normalmente pasas por algo.

Observar a los animales es una fuente de tranquilidad en sí misma, que además tiene mucho conocimiento que ofrecer a las personas. Los animales tienen su propia inteligencia, son todos diferentes pero también valiosos, cada uno tiene un tipo de inteligencia o destreza diferente. Prestando atención a sus hábitos, a la forma en que se comunican entre ellos y a la forma en que se relacionan con otras especies. Esto no quiere decir que deban ser humanizados, tienen su propia forma de vivir y expresarse. Es indispensable observar, entender y analizar las cualidades de los animales más afines a nosotros para poder encontrar nuestro animal espiritual o alcanzar sus enseñanzas.

Cuando estableces una conexión con un animal espiritual no estas buscando respuestas concretas, ni mucho menos que consiga algo que tu deseas. La finalidad es forjar una conexión profunda con la naturaleza y todo lo que ella tiene que ofrecer.

El animal espiritual de cada persona puede presentarse mediante apariciones recurrentes en diferentes formas, puede que veas representaciones de él a lo largo del día, que te lo cruces de forma insistente o que sueñes constantemente con algunos animales en concreto. Es posible que notes que una determinada especie de animal tenga un comportamiento inusual contigo, más cercano o respetuoso de lo que se muestra habitualmente con el resto de seres humanos.

Una vez hayas identificado a tu animal espiritual debes intentar aprender todo lo que puedas sobre este animal, todo lo que representan y la sabiduría que puede aportar por medio de su ejemplo o comportamiento. Entender lo que simboliza un animal, sus virtudes y defectos son la clave para comprender porque ese animal en concreto es importante para nosotros. Aplica lo que hayas aprendido a tu vida cotidiana, al tratar con los demás  con el mundo en general. Si puedes, intenta pasar tiempo cerca de un entorno similar al de tu animal espiritual.

Mantente  abierto a los mensajes espirituales que tu animal y el universo te envían. Recuerda que ninguno de ellos se expresarán de manera clara y directa, sino que sus mensajes son abstractos y misteriosos, requieren de un esfuerzo consciente y meditado.

Recuerda que los animales espirituales te eligen a ti y no al revés, son seres con consciencia que se aproximan a aquellos que saben que los necesitan.

La mayoría de culturas naturalistas valoran a los animales como seres similares a los seres humanos, no los consideran seres inferiores y en muchos casos llegar a ser considerados dioses. Recuerda que los seres espirituales en todas sus formas ejercen como guías o consejeros, en función de las cualidades específicas de cada uno pero ello no quiere decir que debamos imponer sin coherencia sus aptitudes a nuestra vida (la introspección sigue siendo necesaria).

5.   Animales espirituales de la mitología el unicornio destaca

En la mitología los animales y las criaturas mitológicas siempre han jugado un papel importante de diferentes formas, ayudando a los dioses a interactuar con el mundo terrenal, dando forma y personalidad a las divinidades o sirviendo como guía espiritual, pero sin duda el unicornio destaca como uno de los mitos más extendidos y conocidos por todo el mundo. No se sabe a ciencia cierta cuando aparece por primera vez la figura del unicornio en el imaginario popular, ni si fueron leyendas que se expandieron desde un único foco o surgieron de manera simultánea en lugares distantes. Lo que si podemos afirmar es que todavía hoy sigue presente en la mitología de algunos pueblos y forma parte de los conocimientos de cultura general de todo el mundo civilizado (impulsada por el cine, la literatura, el arte y la globalización de todas ellas.

Animales espirituales de la mitología el unicornio

¿Qué es un unicornio? Origen y evolución de su leyenda. Características y facultades.

El unicornio es un ser legendario que representa la pureza y la magia del mundo natural. Las primeras referencias escritas sobre este hermoso animal de leyenda se ubican en el siglo V a.C., donde el estudioso Ctesias lo presenta como un ser elegante y majestuoso, en su obra “Indica”.

Más adelante, en torno al siglo III d.C., pasó a formar parte de los conocidos “Bestiarios”, introduciéndose paulatinamente en los cuentos, fabulas  y leyendas de diversos pueblos hasta formar parte de su mitología y simbolismo.

Se trata de una bella criatura, elegante y feroz. Su aspecto es el de un gran caballo blanco con un cuerno en el centro de su frente, tan hermoso como peligroso. En algunas leyendas se presenta con patas de antílope, cola de león o con una barba chivo.

Está presente en el imaginario popular de diferentes culturas: en la mitología de los druidas celtas el unicornio era el mayor canalizador de energía positiva, capaz de sanar u otorgar el don de la magia con el simple roce de su cuerno. En el imaginario chino es una criatura mitológica que simboliza la longevidad y la fertilidad y en el cristianismo occidental representa la castidad y la virginidad. Existen también algunas leyendas en las que el unicornio, generalmente motivado por una gran ofensa (como el robo de su cuerno), se vuelven animales temibles y oscuros, pues toda la bondad que había en su interior es sustituida por un gran vacío que deben intentar llenar recuperando su cuerno mágico.

En la tradición occidental suele presentarse como un animal inalcanzable, que sólo puede ser encontrado por aquellos ante quienes él elija presentarse. El cristianismo afirmaba que estos magníficos seres sentían una especial predilección por las doncellas vírgenes, ante quienes solían mostrarse abiertamente. Existen muchas leyendas en las que los unicornios aparecen ligados a alguna princesa o joven doncella. De hecho consideraban que la única forma de cazarlo era utilizando a una doncella como cebo. También creían que las fuentes y lagos en los que se bañaba el unicornio adquirían propiedades curativas o de longevidad. Hay leyendas cristianas en las que se le considera una encarnación de Dios o de Cristo que baja a la tierra adoptando una forma pura y blanca, igual que hizo el Espíritu Santo al aparecerse en forma  de paloma.

En la tradición china el unicornio se conoce como Quilin, es un símbolo del bien supremo y la grandeza espiritual. El Quilin presenta ciertas particularidades, su piel no es blanca sino que posee hasta cinco colores diferentes que se mezclan, además tiene cuernos y cola de toro. La cultura oriental siempre le ha considerado un animal pacifico, que evitar dañar incluso la hierba al caminar y sólo se alimenta de hojas que ya hayan caído por si solas.

En cualquier caso, los unicornios son un símbolo: de fuerza, de magia, de libertad, de pureza, de ilusión, de longevidad, de abundancia… pero se trata de uno de los animales mitológicos que en más cuentos y leyendas aparece a lo largo de la tierra.

El cuerno de unicornio ha sido un objeto codiciado a lo largo de los años, pues se considera un elemento de poder, un canalizador y la cura de cualquier enfermedad o envenenamiento. Quizás por este motivo los unicornios se hayan mostrado tradicionalmente como seres reservados, solitarios, que viven apartados del mundo y sólo se aparecen ante aquellos que son realmente puros de corazón y que sólo en las personas en quienes destaca la bondad como virtud depositan la confianza necesaria como para permitir que los toquen. La mayoría de las historias coinciden en que arrancarles el cuerno implicaría su muerte y que matar a un animal tan puro tiene algún tipo de castigo divino. Sin embargo, en muchas zonas la leyenda del unicornio creció alimentada precisamente por el valor material de su cuerno y se olvidó todo aquello que representaba. Muchos nobles y reyes guardaban cuernos de unicornio entre sus posesiones más preciadas, pagando auténticas fortunas por conseguir aunque fuera por supuestos polvos de cuerno de unicornio.

Lo cierto es que tradicionalmente los animales de un solo cuerno han tendido a representar el poder y la superioridad, pero el unicornio destaca por su pureza y papel purificador. Las propiedades curativas y equilibradoras de su magia única y particular han hecho que durante años fuera asociado con la medicina y la magia universal, llegando a formar parte de la farmacopea y las recetas empleadas aun en el siglo XVII. No fue hasta el siglo XVIII cuando dejó de incluirse en los tratados y remedios de la medicina general.

Hoy en día el unicornio ha quedado relegado a la categoría de animal mítico o de leyenda, pocas personas creen en su existencia y quizás ello sea beneficioso para esta especie sobrenatural, que ya no volverá a sufrir la caza masificada motivada por la codicia y la desesperación humana. Puede que nunca hayan existido, que los hayamos extinguido o que sigan existiendo ocultos en los bosques salvajes. Lo que sí está atestiguado es que estas criaturas poseen una gran historia que coincide en lugares recónditos del planeta y que su leyenda se ha extendido hasta el último rincón.

6.   Mascotas espirituales. ¿Los animales tienen alma?

Todos los seres vivos tienen una esencia, son poseedores de energía. Los animales y las mascotas son criaturas espirituales, que tienen espíritu o alma. Son incontables los casos en los que los animales demuestran una capacidad de amar más pura e incondicional que la de muchas personas.

Diferentes especies de animales, domésticos y salvajes, han demostrado ser capaces de arriesgarse por salvar a otros animales o a personas que han quedado atrapadas o amenazadas. Entre los animales salvajes el más conocido por sus hazañas como salvador es sin duda el delfín, pero hay muchos más ejemplos en la naturaleza. Hay testimonios de ballenas y focas que han cumplido la misma función, ayudando a buceadores y marineros  a sobrevivir cuando se han quedado varados en el mar. En el caso de las mascotas resulta más sencillo entender su espiritualidad y comprender que son criaturas que sienten igual que nosotros por la sencilla razón de que escogemos a los animales más expresivos y dóciles y establecemos con ellos vínculos y lazos de afecto. Quienes han tenido la suerte compartir sus días con un animal entenderán fácilmente a que me refiero.

Por otra parte, quienes realizan viajes astrales afirman que en el plano astral abundan los animales, más sensibles a las energías del universo y a los misterios de la proyección astral. Hay algunos animales que poseen una marcada conciencia individual mientras que otras clases de animales como los insectos poseen un alma colectiva. Los gatos son los que más facilidad tienen para moverse entre ambos mundos, son grandes transmutadores de energía y han acompañado y guiado a los místicos y psíquicos durante siglos.

Si entendemos que el alma y la consciencia vienen determinadas por el libre albedrío y la capacidad de obrar correcta o incorrectamente, podemos afirmar que los animales tienen alma. El hecho de que decidan ayudar a las personas e incluso arriesgarse ellos mismos para salvarnos, demuestra que son capaces de decidir ayudar a otros en lugar de quedarse impasibles. Un acto de generosidad que solo puede realizar un espíritu evolucionado que actúe movido por mucho más que el simple instinto.

Las mascotas espirituales. ¿Qué son? ¿Cómo crearlas?

Las mascotas espirituales son seres de energía creados con nuestra propia energía. Estas mascotas existen únicamente en el plano astral y no pueden interactuar con el mundo terrenal salvo que sea a través de su creador. Una vez son creadas las mascotas espirituales adquieren una conciencia propia y son también transmutadores de energía, que pueden proporcionarnos en momentos de necesidad.

La diferencia fundamental entre una mascota espiritual y un animal imaginario es la energía que se invierte en el primero, pues no surge sólo de nuestra imaginación sino también de nuestra propia energía. También es importante diferenciar entre una mascota espiritual y un tulpa, pues éste último es un poco más difícil de crear a que desarrolla emociones y sentimientos totalmente propios.

Se recomienda tener un poco de conocimiento y experiencia en la canalización energética y en la manipulación del CHI o KI, al menos es necesario haber desarrollado el tercer ojo o la visión extrasensorial.

Para crear una mascota espiritual se aconseja coger un objeto que nos ayude a visualizarlo, algo a lo que le tengamos cariño y que nos transporte a recuerdos felices. Lo fundamental en este tipo de rituales es la concentración, imaginar con todo lujo de detalles la mascota que queremos crear tanto en el plano físico como en el plano espiritual. Debemos tener claro que cualidades valoramos y necesitamos que nos ayude a encontrar nuestra mascota. Para ayudarse a canalizar la energía pueden utilizarse las manos, colocarlas de forma que rodeen el objeto elegido mientras visualizamos la mascota espiritual que hemos elegido.

Otra forma de crear una mascota espiritual es hacerlo sin utilizar ningún objeto, canalizando energía entre nuestras manos, como si intentáramos crear una esfera de energía. Después se visualiza al animal que hemos elegido (puede ser un animal común o un ser mitológico) y se le da un nombre. Una vez tengamos claramente definida la imagen de nuestra futura mascota debemos insuflarle la energía que hemos canalizado con anterioridad. Este proceso debería durar al menos una semana, en la que en periodos cortos de tiempo mantengamos una constancia a la hora de dar energía a nuestra mascota.

Si se utiliza un objeto no es necesario repetir tan exhaustivamente el proceso de visualización del animal, pero debe mantener la concentración y el flujo de energía hacia el objeto. Si utilizamos un objeto para conectar con el inicial debemos tener claro que dicho objeto es precisamente elemento que nos permite dicha conexión pero esto no quiere decir que la mascota espiritual se encuentre en el objeto.

Una vez hayamos creado nuestra mascota espiritual, somos plenamente responsables de su bienestar y su cuidado, si dejamos de tenerlos presentes o dudamos de su existencia pueden desaparecer. Somos nosotros quienes les insuflamos energía, debemos hacer todo lo posible porque esa energía sea lo más limpia y pura que podamos.

Además de cuidar de nuestra mascota debemos educarla, mediante el refuerzo positivo pero dejando claro que no es nuestro igual y que debe mantener una actitud receptiva con nosotros. Puede actuar como guardián o como mera compañía.

Lo normal es que al cuarto día, si le hemos proporcionado energía durante al menos 15 minutos al día, podamos empezar a ver con claridad la mascota espiritual que hemos creado. De lo contrario puede ser que no hayamos sido capaces de mantener la concentración adecuadamente o el flujo de energía que deberíamos. En este caso hay que volver a empezar.

Existen rituales que pretenden incrementar el lazo de unión entre las personas y sus mascotas espirituales. Una de ellas consiste en invitarlas a entrar en nuestro cuerpo y en nuestra mente para que nos comprenda y nos de la energía que necesitamos.

Debes tener en cuenta que las mascotas espirituales también se cansan, especialmente las primeras veces que canalice energía hacia nosotros. Ambas debéis aprender a conoceros, a conocer vuestros límites y explotar vuestro vínculo.

7.   Animal protector feng shui según tu año nacimiento

El Feng Shui establece una conexión mágica entre todo ser viviente y las energías que lo rodean, de esta forma se genera una armonía en la que todo está relacionado y todo se transforma. Conocer tu animal protector o signo del horóscopo chino con la simple numerología de cada fecha de nacimiento

Animal protector feng shui

La corriente filosófica del Feng-Shui y las enseñanzas de la astrología china constituyen uno de los legados culturales orientales que más se han extendido por todo el mundo occidental. Al igual que en otros sistemas astrológicos, el horóscopo chino se halla dividida en 12 ciclos (signos del zodiaco).

El horóscopo chino y la filosofía del Feng-Shui se caracterizan por establecer un fuerte vínculo con el mundo animal, del que recogen el animal protector que corresponde a cada persona en función de su año de nacimiento, no de la fecha a lo largo.

Ahora bien es importante distinguir entre los signos del horóscopo chino y los conocidos como “Guardianes Celestiales” del Feng Shui. Para ésta última corriente el cinco es un número mágico que está presente en todos los elementos del mundo (5 dedos, 5 sentidos, 5 elementos…) y de igual modo establece cinco animales protectores derivados de las antiguas constelaciones que dividían el firmamento:

  • El dragón (verde): representa la fuerza de la naturaleza y la prosperidad. Es uno de los símbolos más característicos de la mitología, tradición y costumbres chinas. El dragón verde es el símbolo del mismísimo Emperador, del éxito continuado, los grandes logros, la eternidad y el equilibrio. La dirección tradicionalmente asociada al dragón es el Este (a la izquierda de la serpiente), posición que también suele relacionarse con la intuición. Representa a la Madera como elemento natural.
  • La tortuga (negra): es sinónimo de protección, estabilidad y longevidad. También puede asociarse con la buena suerte. Simboliza la paz alcanzada por medio de la experiencia y la autoridad justa. Su caparazón es el símbolo tanto de la protección que nos proporciona sirviéndonos de respaldo como del apoyo que ofrece. La tortuga representa al Agua como elemento natural, de la que recoge la calma y la paciencia, pero también la sabiduría para saber adaptarse a los cambios. Su dirección asociada es el Norte.
  • La serpiente (amarilla): constituye el punto de unión de todos los demás guardianes, se ubica en el centro de ellos y los conecta. Su color es el amarillo, que se identifica con el elemento tierra, su dirección asociada es el centro, siendo la ubicación de referencia para explicar la del resto de guardianes. Se trata de un animal receptivo, astuto, sensible y observador, que permanece alerta y en constante movimiento.
  • El tigre (blanco): simboliza la inteligencia, la reflexión que debe acompañar a la fuerza. Por este motivo se le considera complementario del dragón. Como todos los Guardianes Celestiales del Feng Shui, el tigre blanco es un animal protector. Su dirección asociada es el Oeste (a la derecha de la serpiente) y su elemento es el Metal. Hay diferencia de opiniones sobre si debe darse mayor preponderancia al tigre o al dragón.
  • El fénix (rojo): se considera el opuesto de la Tortuga, pues se aleja de la estabilidad y busca la amplitud de movimiento, la libertad y la aventura. Es un símbolo de entusiasmo, energía e ímpetu que guía los pasos de aquellos que se atreven a arriesgarse y salir de su zona de confort. Su dirección asociada es el Sur (tomando como referencia la serpiente). Representa el elemento del Fuego.

Tu signo del zodiaco chino según tu año de nacimiento

El Horóscopo Chino se diferencia de los demás en que se clasifica en función del año de nacimiento, no según los días del año como hace el zodiaco occidental. Además, estos signos zodiacales se identifican directamente con un animal en concreto que posee las características personales de la persona que nace bajo su influencia.

Otra característica particular del zodiaco chino es que los diferentes signos no son plenamente independientes unos de otros, sino que se hallan conectados entre ellos y con los elementos naturales que recoge la filosofía oriental, a saber: la Madera, el Metal, la Tierra, el Fuego y el Agua.

La Rata (1912, 1924, 1936, 1948, 1960, 1972, 1984, 1996 y 2008). Los nacidos bajo este signo son personas inteligentes, astutas y carismáticas.

El Buey (1913, 1925, 1937, 1949, 1961, 1973, 1985, 1997 y 2009). Se relaciona con la prosperidad fruto del esfuerzo y la dedicación a la hora de alcanzar las metas fijadas. Es gente que se caracteriza por la templanza y la estabilidad.

El Tigre (1914, 1926, 1938, 1950, 1962, 1974, 1986, 1998 y 2010). Es la personificación de la fuerza y el ímpetu, pero también con la reflexión y la astucia. Son personas a las que les gusta enfrentarse a nuevos desafíos y aventuras.

El Conejo (1915, 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999 y 2011). Se asocia con las cualidades sociales, la empatía y la buena salud.

El Dragón (1916, 1928, 1940, 1952, 1964, 1976, 1988, 2000 y 2012). Es el único animal mitológico del horóscopo chino, se le considera fuente de conocimiento y la fuerza en su máximo esplendor.

La Serpiente (1917, 1929, 1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001 0 2013). Los influenciados por este signo destacan por su sabiduría y adaptabilidad.

El Caballo (1918, 1930, 1942, 1954, 1966, 1978, 1990, 2002 y 2014). El Caballo se relaciona con la libertad, el entusiasmo y la independencia.

La Oveja (1919, 1931, 1943, 1955, 1967, 1979, 1991, 2003 y 2015). Representa la honradez, la sinceridad y la claridad de pensamiento.

El Mono (1920, 1932, 1944, 1956, 1968, 1980, 1992, 2004 y 2016). Son personas inquietas, ingeniosas y de mente veloz.

El Gallo (1921, 1933, 1945, 1957, 1969, 1981, 1993, 2005 y 2017). Se trata de personas inteligentes, entusiastas y optimistas, que buscan alcanzar la perfección en todos los aspectos de su vida.

El Perro (1922, 1934, 1946, 1958, 1970, 1982, 1994, 2006 o 2018). Como no podía ser de otra forma, los nacidos bajo este signo son personas fieles, comprometidas, cariñosas y un poco celosas.

El Cerdo (1923, 1935, 1947, 1959, 1971, 1983, 1995, 2007 o 2019). Se trata de un animal de gran trascendencia en la cultura asiática, que se relaciona con la felicidad, la honradez y la buena suerte.

 

 

8.   Animal protector de cada signo zodiacal

Los signos del zodiaco están directamente representados por una serie de animales cuyas características se asemejan a las que se asocian a ellos y que actúan como guías y protectores. Por mucho que nos guste diferenciarnos del resto de animales y sentirnos superiores a ellos, lo cierto es que tenemos mucho en común con ellos.

No resulta de extrañar que muchas culturas al mirar al cielo hayan visto constelaciones a las que han identificado con la figura de algún animal o que se hayan sentido identificadas con el comportamiento de algunos de ellos.

¿Quieres saber cuál es el animal que se corresponde con tu signo del zodiaco? A continuación te detallamos la relación entre cada signo y su animal protector, así como las características principales de cada uno de ellos.

Piscis (del 19 de febrero al 20 de marzo) – el delfín. Este signo de agua no podía tener otro animal más adecuado que los alegres y sociables delfines. Se relaciona a piscis con el delfín por su carácter humilde, compasivo y sensible. Suelen ser personas a las que les cuesta tomar decisiones y prefieren dejarse llevar, igual que hace el agua. Los nacidos bajo el signo de piscis tienen una predisposición natural hacia el arte y la sensibilidad, son soñadores con una gran capacidad de intuición que no se amedrentan fácilmente ante las adversidades.

Acuario (del 20 de enero al 18 de febrero) – la lechuza. Los acuario son personas bondadosas y solidarias que recogen de la lechuza cierta imprevisibilidad y un fuerte sentido de la independencia. Al ser un signo de aire mantiene cierta volatilidad pudiendo pasar de la timidez a la completa falta de vergüenza en apenas unos instantes. Se trata de personas intuitivas, observadoras y racionales.

Aries (del 21 de marzo al 20 de abril) – el gallo. Los Aries se caracterizan por la seguridad en sí mismos, por ser personas directas e impulsivas que toman decisiones dejando volar su imaginación y a menudo pretenden abarcar más de lo que realmente pueden. Curiosamente, también son personas muy inteligentes y tienen mucha paciencia pero, cómo signo de fuego que es, no puede evitar llevarse por la llama de la impulsividad.

Tauro (del 21 de abril al 20 de mayo) – el caballo. Las personas nacidas bajo este signo son pacientes, estables fieles y fuertes, dignas de confianza y de sólidos valores morales. Aunque detrás de esa apariencia de sólida seguridad, se esconde un corazón sincero, cariñoso y sensible. A veces pueden mostrarse un poco cerradas o tercas, debido a que es un signo que representa la fuerza de voluntad y la justicia en todas sus formas.

Géminis (del 21 de mayo al 20 de junio) – camaleón. Este sigo es voluble y flexible, tiene una capacidad de adaptación muy desarrollada. Se conoce a géminis como el signo de las mil caras, pues su personalidad llega a resultar ambigua y versátil en ocasiones. Son personas ingeniosas, racionales, espontáneas e inquisitivas, que necesitan actividad y libertad en su vida. También se caracterizan por ser personas extremadamente sociales y comunicativas, muy persuasivas y capaces de transformarse y renovarse para conseguir sus objetivos.

Cáncer (del 20 de junio al 20 de julio) – la nutria. La nutria es un animal muy intuitivo, protector y perseverante, que destaca por su cautela y sentimiento de responsabilidad hacia sus congéneres, con quienes establece un fuerte vínculo y un marcado instinto protector.

Leo (del 21 de julio al 21 de agosto) – el león. Los Leo se caracterizan por su vitalidad y la energía que emanan. Son personas políticamente correctas, que atraen la atención de los demás por lo que son líderes natos. Sim embargo, son personas de ideas firmes lo que les lleva a una falta de flexibilidad en ciertos asuntos.

Virgo (del 22 de agosto al 22 de septiembre) – el elefante. Los nacidos bajo este signo destacan por su capacidad de compromiso y entrega con sus seres queridos. Son personas ordenadas, metódicas y perfeccionistas, que deben encontrar el equilibrio entre la exigencia y las necesidades prácticas. Por suerte, la lógica y la coherencia les acompañan, impulsadas por su proactividad e inteligencia.

Libra (del 23 de septiembre al 22 de octubre) – el zorro. Las personas que tienen a Libra como su signo del zodiaco se identifican con la astucia y agilidad mental propias del zorro. Son enérgicas, aventureras  e idealistas, un signo romántico y, en definitiva, un alma libre que se hace querer por aquellos que la rodean.

Escorpio (del 23 de octubre al 22 de noviembre) – el pingüino. Este signo es intenso y apasionado, pero a la vez responsable y leal. Tiene sus metas claras y una de ellas está estrechamente relacionada con su pareja, con la que se mantiene fiel y apegado. Son individuos que buscan la estabilidad a través de la templanza, pero les puede costar ver las cosas con perspectiva y tienen a mostrarse celosos o posesivos. Es un signo de agua, muy sensible y romántico, que ese emociona con facilidad por las pequeñas cosas e igualmente, puede verse afectado por ellas.

Sagitario (del 23 de noviembre al 22 de diciembre) – el colibrí. Los sagitario son personas abiertas, extremadamente activas, adaptativas y en ocasiones, ciegamente optimistas. Son nerviosas por naturaleza, es imposible que se estén quietas y mucho menos encadenarlas. Se caracterizan por ser personas ágiles tanto física como mentalmente, de rápido aprendizaje, curiosas y apasionadas. Se entregan con dedicación a aquello en lo que creen, resolviendo sus problemas con resolución y decisión. Atraen a los demás con su dulzura y simpatía, pero guardan mucho más en su interior.

Capricornio (del 21 de diciembre al 19 de enero) – el conejo. Los nacidos bajo este signo destacan por su ternura y fragilidad, son personas impacientes y nerviosas, que se encuentran a menudo en el medio de los conflictos y salir mal paradas. Actúan movidas por su buena intención, dispuestas a ayudar en todo lo que puedan a los de más y se mantienen fieles a sus ideales aún cuando éstos puedan actuar en su contra. Son idealistas y soñadoras, muy comprensivas, empáticas y cercanas, que intentan mantener siempre una actitud diplomática y negociadora ante cualquier problemática.

9.   Significado de los Animales espirituales y de Poder

Los Animales de Poder encuentran diferentes significados entre las tribus de nativos norteamericanos, pueblos que veneran a los animales y a cada elemento de la naturaleza. En las culturas de indígenas americanos todos los elementos de la naturaleza tienen un espíritu superior, pues todas las cosas del Universo tienen vida y por tanto un espíritu. Son los animales los que más fuerza han tomado en su imaginario popular.

Animales de Poder

Los animales son los grandes maestros de los seres humanos, se comunican directamente con el espíritu creador y sirven como guías y consejeros espirituales, que también ejercen como fuentes de poder y protección. Los aborígenes norteamericanos establecían un fuerte lazo con los animales, a quienes consideran seres sagrados, creadores y hermanos de los seres humanos. Ahora bien, distinguían entre dos tipos de animales: los ancestrales y los actuales. Aunque son los ancestrales los que más divinizados están por estas culturas, (los que ayudaron en la creación de la raza humana), los animales actuales siguen manteniendo parte de ese poder y la facultad para ejercer como medio de comunicación entre el creador y los seres humanos.

Cada animal tiene unos dones y hace fluir la energía de una forma determinada. Normalmente existe un chamán que forma parte de la tribu y es el que descubre el animal de poder de cada uno y pone en contacto a los demás miembros de la tribu con su animal de poder. Después cada uno debe buscar estrechar el vínculo con su animal de poder y mantener una actitud de búsqueda y aprendizaje con lo que dicho animal tiene que ofrecer.

El número de animales de poder que corresponden a cada persona varía en las creencias de cada tribu, pues para algunas de ellas sólo se tiene un animal de poder que nos acompaña durante toda la vida y en otras llegan a contabilizarse 9 animales de poder cuya influencia se hace patente en diferentes periodos de la vida.

La definición más extendida es la de que sólo existe un animal de poder para cada persona, siendo la fecha de nacimiento la que determina el animal de poder de cada persona, pero también el elemento, piedra, color y clan que corresponde a cada uno. Los Tótems o Animales de Poder son espíritus protectores que sirven de guías tanto en los momentos de nuestra vida cotidiana como en la búsqueda espiritual de equilibrio y conocimiento. Gracias a ellos es cómo podemos llegar a conocernos con plenitud  y a alcanzar la sabiduría universal, pues son el reflejo de nuestro yo interior y de nuestras necesidades vitales en la vida.

Significado de los animales espirituales de poder en las culturas nativas americanas.

Águila: simboliza el espíritu en su máximo esplendor, el poder, la sabiduría y la curación. Las personas cuyo animal de poder es el águila alcanzan su desarrollo personal a través del trabajo, la comprensión y la responsabilidad. Son personas con una gran sensibilidad, soñadoras y ambiciosas que deben aprender a alcanzar el equilibrio entre la responsabilidad y la necesidad de libertad, entre tener los pies en la tierra y la cabeza en los cielos.

Búfalo: representa la abundancia y la gratitud. Es uno de los animales sagrados de las tribus norteamericanas, muy apreciado por la cantidad de recursos que proporciona (alimento, abrigo, herramientas… incluso obtenían pegamento de sus pezuñas). Las personas nacidas bajo la influencia del búfalo se caracterizan por su honradez y por el aprecio y la gratitud hacia todas las pequeñas cosas de la vida. Es un animal que destaca por su capacidad para hacernos entender el valor de la vida y sentirnos agradecidos por ello.

Búho: se identifica con la intuición y los dones para la Clarividencia. Se trata de un animal inteligente y astuto, que también puede convertirse en un guerrero feroz si él o los suyos se ven amenazados. Tiene consciencia de todo lo que hay a su alrededor incluso en la oscuridad de la noche. Es el animal de poder por excelencia de aquellos que tienen predisposición para la videncia y las actividades psíquicas. Se relaciona con personas valientes e independientes que alcanzan la plenitud por medio del conocimiento y los misterios del mundo.

Caballo: adopta diferentes formas según cada leyenda, desde un simple corcel hasta un pegaso alado. En cualquier caso también este animal se relaciona con la libertad, pero desde un punto de vista más pasional. Las personas cuyo animal de poder es el caballo se caracterizan por la fiabilidad, pero también por la impulsividad, son espíritus que si bien necesitan la independencia en sus vidas también son capaces de desarrollar fuertes lazos, ya sea con otras personas o con responsabilidades. Lo difícil para ellos puede ser alcanzar el equilibrio entre ambos, pues son personas extremadamente cooperativas pero que a la vez necesitan sentir cierta independencia.

Lobo: otro de los animales con espíritu sagrados de estas culturas, son los grandes maestros, admirados por la fortaleza de los vínculos que establecen entre ellos, por su sentido de unidad y la importancia que le dan a la familia (manada) y a su pareja. Las personas que se rigen por su influencia encontrarán la paz en el hogar, por medio del acercamiento a sus seres queridos, aunque también es sinónimo de fuerza, liderazgo y jerarquía.

Oso: se le conoce como “el soñador del Gran Espíritu” y se relaciona con la introspección y la retrospección. Aquellos que nacen bajo la influencia del oso son personas autosuficientes e idealistas, a las que en ocasiones puede costarles aceptar los planteamientos de otras personas. Su búsqueda de la armonía pasa precisamente por esa fuerte introspección y conocimiento de uno mismo, que dificulta la atención hacia otras ideas.

Perro: las cualidades que se valoran del perro son especialmente la lealtad y la protección que ofrecen a todo aquel al que aprecian. Es el símbolo del amor incondicional y protector, que siempre está dispuesto a dar y a cuidar de sus seres queridos. La familia y la amistad son los aspectos esenciales en la vida de los nacidos bajo la influencia del perro.

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